El mundo del fútbol ha estado rodeado por dirigentes curiosos. Hemos conocido los famosos casos de Ruiz Mateos, los escándalos protagonizados por Jose Maria Caneda y el fallecido Jesús Gil y Gil. El forofismo de Gaspart y sus luchas mediáticas con Lorenzo Sanz, el tan polémico y fantasioso Lopera, las siestas de Maria Teresa Rivero en los palcos de los estadios, hasta llegar a la generación de los Del Nido, Calderón y del protagonista de la entrada del día de hoy, Joan Laporta.
Es difícil calificar a este señor, si esque merece la categoría de señor. Un hombre que ha vivido bajo la sombra del magnánimo Nuñez , con sus salidas de tono gracias a la Fundacion Elefante Azul, y que tras una ristra de fastuosas mentiras llegó a la presidencia del FC Barcelona en el año 2003. La carrera deportiva de este personaje comenzó con las envidias hacia el Madrid de los galácticos , cuando imitó a Florentino Pérez , prometiendo la llegada de alguien que nunca llegó a firmar, David Beckham. Tras un año lleno de complicaciones, comenzaron a llegar los títulos de forma merecida a Can Barça, dos ligas y la segunda Champions unidas de un maravilloso fútbol hicieron sacar el prepotente protagonismo de Laporta, declarando aquellos discursos sobre la una utópica consecución de siete títulos, entre otros muchos. Como todo en la vida, lo que sube baja, y el conjunto azulgrana se arrastró por los campos de primera durante dos años en los que el Madrid del no apto Ramón Calderón ganó dos ligas. Laporta ya no era presidente de fútbol, se creyó representante del nacionalismo catalán y lo iba proclamando por los cuatro costados. Sus argumentos futbolíticos se comvirtieron en política incisiva hacia España, su desmarcada posición en favor de los representantes nacionalistas e independentistas catalanes fue exagerada y ´se llegó a creer y sentir el Rey del Mundo. Craso error, Sr Laporta.
El pasado año fue humillado por la moción de censura que se declaro y se votó en contra de este personaje. POr menos de un 7% de los votos , no se pudo llevar a cabo. Ahora se mostraba mas humilde y suave que nunca. Pero el gran fútbol desplegado por el "Pep team" ha hecho reverdecer las carencias del Presidente y su lucha en pro del nacionalismo catalán renace, y s envidia hacia Madrid y hacia la supremacía del Sr. Florentino Pérez le provoca un tembleque peligroso de piernas y sus lloros en contra de la política madridista.
Lo que busca y reclama es su protagonismo en la gran campaña culé, y ahora tras las innumerables críticas realizadas se entromete en el posible ffihaje de Villa por el Madrid, ofreciendo 43 millones de euros por los servicios del jugador asturiano. ¿Ahora quién es el imperialista y pepotente? Menos lloros y menos reclamo de protagonista , porque por mucho que te fastiedie, los verdaderos protagonistas son los jugadores y el cuerpo técnico.
Al loro... que si estamos tan mal. Y aunque no le guste Cataluña SI es España
