Una rutina peligrosa

Vivimos una época de prosperidad en el deporte español en el que un nombre se alza por encima de todos, Rafael Nadal.

Una semana más el manacorí disputa una final, y de nuevo vence sin muchos problemas. Esta vez en detrimento de Djokovic. Comienza a ser normal ver a Rafa con la copa y a su rival con el "plato" de subcampeón, pero debemos de valorar lo que nuestro tenista anda consiguiendo mas allá de nuestras fronteras y lo que significa para España.

Estamos de acuerdo que Nadal está realizando la temporada perfecta en todos los sentidos. Su juego esta sufriendo una maduración, y lo resultados le acompañan. Es el rey del circuito ATP y tan solo los despuntes de Murray o la perseverancia de Djokovic pueden hacer sombra al dominio titánico del español. Esto no se valora, se da por hecho que en cualquier torneo en el que Rafa compita , tiene la obligación de vencer. Esto no puede ser así.

Hay que tener en cuenta la máxima competitividad que existe en el tenis mundial en la actualidad y que cualquier rival puede aguarte la fiesta. Desde los círculos cercanos al tenista español, se mandan mensajes de humildad tanto a la afición como a los medios. Se acepta el grandísimo momento deportivo que vive el manacorí pero es el resultado del trabajo humilde y sin aspavientos que realiza semana a semana. Estamos acostumbrados a verle levantar la copa de campeón pero esto no nos debe provocar desilusión si cualquier domingo le vemos caer. Sus records sirven para coronarle como uno de los más grandes de la historia del tenis , pero algún día se romperán y al igual que llegó el día que perdió en polvo de ladrillo, llegará el momento que no consiga imponerse en Roland Garros o que viva etapas donde el gran trabajo que despliega no sea compensado con victorias, entonces nos daremos cuenta de lo que este chaval de tan solo 22 años está consiguiendo. La sociedad española es así, llevamos hasta lo más alto rapidamente y del mismo modo rebajamos a "nuestros héroes" hasta la categoría de diablo cuando las cosas no funcionan, ejemplos claros son los de Raúl, Gasol ( recordar aquel lanzamiento que erró en la final del Eurobasket en Madrid), Alonso, Fermín Cacho... y otros tantos.

Debemos de valorar lo que semana a semana consigue este "crack" y valorar que el mejor jugaor del mundo es español y no caer en una rutina peligrosa.